Este día me gustó mucho, ya que tuvimos la oportunidad de compartir el pan y el vino; en este caso la gaseosa, entre todo el salón, la verdad es que me parece que fue algo muy bonito, ya que para este día tuvimos la oportunidad de estar mucho más unidas y realmente parecíamos un grupo, ya que se notó demasiado el trabajo en equipo que tuvimos todas y cada una de nosotras, y el compromiso a la hora de cumplir con lo que habíamos dicho íbamos a llevar, además de que lo más importante es que pudimos compartir la palabra de dios, ese mensaje que Dios quiere que nos llegue a el corazón a todas y cada una de nosotras, las ovejas de su rebaño.
Lo que sinceramente más me gustó de esta reunión que tuvimos para dar al otro de lo que nosotros poseemos, es que lo hicimos en torno al señor, nuestro Dios, el que nos da todo y sin quien no hay nada en este mundo, después de reflexionar acerca de la palabra que leímos de Dios, pude entender que el señor es la única verdad y la Vida eterna, el que va de su mano nunca perecerá ni pasará por los horrores del mundo.
Amén
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